martes, 9 de septiembre de 2008

GILLES DELEUZE, (1925-1995)




Filósofo francés contemporáneo cuyo pensamiento se inscribió inicialmente en el movimiento estructuralista y en las llamadas “Filosofías de la muerte del sujeto”, aunque su pensamiento, creador e iconoclasta, es inclasificable.
Según Deleuze, la tarea de la filosofía actual es la de pensar las condiciones que hacen posible la aparición de las nociones mismas de ser y de sujeto que están en la base de la filosofía moderna, la cual, a su vez, surgió por la necesidad de fundamentar el ser en el sujeto debido al fin de las metafísicas del ser que se produjo al final de la Edad Media.
Después de finalizar sus estudios en 1948, se consagró a realizar una serie de monografías sobre algunos filósofos como Kant, Spinoza, Nietzche y Bergso, los cuales, pese a su eminente valor didáctico, contienen las primeras instancias de consolidación de su propio pensamiento.
Además de sus obras de relectura del trabajo de otros filósofos, Deleuze escribió también sobre escritores y sobre cine.
“Cien años de cine y esta es la primera vez que un filósofo se propone enunciar los conceptos propios de este”, indudable verdad que engloba la iniciativa de este hombre de cambiar el mundo cinematográfico. Para ello escribió dos obras:
Cine-1: La imagen-movimiento
Este estudio no es una historia del cine, sino un ensayo de clasificación de las imágenes y de los signos tal como aparecen en el cine. Se considera aquí un primer tipo de imagen, la imagen-movimiento, con sus variedades principales, imagen-percepción, imagen-afección, imagen-acción, y los signos (no-lingüísticos) que las caracterizan. Unas veces la luz entra en lucha con las tinieblas, y otras desarrolla su relación con el blanco. Las cualidades o potencias se expresan sobre rostros, o bien se exponen en "espacios cualesquiera", mientras que otras veces revelan mundos originarios o se actualizan en medios supuestamente reales. Los grandes autores del cine inventan y componen, cada uno a su manera, imágenes y signos. No son comparables únicamente con pintores, arquitectos, músicos, sino también con pensadores. Quejarse de, o celebrar, la invasión del pensamiento por el audiovisual no es suficiente; hay que mostrar de qué manera opera el pensamiento con los signos ópticos y sonoros de la imagen-movimiento, y también de una imagen-tiempo más profunda, para producir a veces grandes obras.
Cine – 2: La imagen-tiempo
Este no suprime a la imagen-movimiento, sino que invierte la relación de subordinación. El tiempo deja de ser el número o la medida del movimiento, es decir una representación indirecta, y el movimiento no es ahora sino la consecuencia de una presentación directa del tiempo: por eso mismo es un falso movimiento, algo así como un falso empalme. El falso empalme es un ejemplo de "corte irracional". Y, mientras que el cine del movimiento efectúa encadenamientos de imágenes por cortes racionales, el cine del tiempo procede a re encadenamientos sobre corte irracional (especialmente entre la imagen sonora y la imagen visual).
Es un error decir que la imagen cinematográfica está forzosamente en presente.
La imagen-tiempo directa no está en presente, como tampoco es recuerdo. Más bien rompe con la sucesión empírica tanto como con la memoria psicológica, y se eleva a un orden o a una serie del tiempo. Estos signos de tiempo son inseparables de signos de pensamiento y de signos de palabra.
En sus últimos años de vida, Deleuze sufrió de una grave insuficiencia respiratoria. Se quitó la vida el 4 de noviembre de 1995.

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